"Nuria, son las 7,10am y querías desayunar a las 6,30" me dice Gema al despertarme. No sé que ha pasado... supongo que he dormido como un bebé. Es una buena señal pero me queda poco más de una hora para desayunar e ir al baño. Comienza el ritual: desayuno, camiseta, zapatillas... Ya estoy, estoy lista. Ahora ya sí, tengo los nervios a flor de piel. Son las 8,05 y tengo que salir de casa. Tengo que bañarme en el ambiente de la salida. Salimos trotando muy suave hasta la plaza de España que es donde habíamos quedado con todo el equipo. La puerta del Hotel Catalonia era el punto de encuentro de todo mi equipo, un grandísimo equipo que me hacía sentir muy orgullosa de él, muy segura y arropada. Allí nos dimos cita los 5 corredores (4 chicas y 1 chico. Seguro que éramos el equipo más femenino de toda la carrera jajaja) y el cuerpo de asistencia técnica (mi padre, mi amiga Olga, mis tíos y mi primo Roberto). Son las 8,15 y ya tenemos que irnos a meternos al pelotón de salida pero no sin antes fundirme en un abrazo con mi padre que me reconforta.
Ya estamos dentro del pelotón. Este esperado momento ha llegado. Mi corazón no bombea sangre por primera vez en su vida, bombea litros de adrenalina y endorfinas. Suena la salida, confetis y cintas en el cielo. Es el momento de la salida y momento para recordar a quien sé que me va a cuidar durante todo el maratón igual que siempre hace.
Comenzamos a soltar las piernas y ya pasamos por la linea de salida. Todo es júbilo y alegría. Ahí está Gema a mi lado parte imprescindible del equipo. Gema ES y ESTÁ. Antes de salir de la Plaza de España, veo a mi equipo técnico y me acerco hacia ellos, les necesito. Unos metros más adelante Marta y Gema se retiran porque nos esperarán en el km21 para reforzar la última parte del maratón. Me da pena deshacerme de ellas pero sé que ese es el plan y sigo adelante. Ya solo quedamos los 3 corredores. Para María este será su 3er maratón, para Josechú será el 2º y para mí el primero. Soy la novata del grupo, pero su experiencia me da seguridad.
Comenzamos la subida hacia el Camp Nou y los primeros 5km caen en 30:08. Bien, este es nuestro ritmo. No se ve mucha animación en la calles. Los catalanes no madrugan en domingo. No nos importa porque la animación la llevamos nosotros por las calles de Barcelona. Comenzamos a bajar por la diagonal. Miro a lo lejos y es una colorida marea de corredores, pero también me doy el gustazo de mirar hacia atrás y veo otra marea humana que nos sigue. Estaremos por la mitad de carrera.
Comenzamos a bajar por la calle Tarragona para terminar de nuevo en la plaza España que sé que es donde estará mi equipo de asistencia. Saben que vamos por el lado izquierdo de la carrera, así que comienzo a ir fijándome en los espectadores, quiero verles, necesito verles. Sí, ahí están, todos gritando. Me abrazo a mi padre que con voz emocionada nos decimos "vamos", salto de alegría como si eso fuera un concierto. Derrocho energías, a pesar de saber que las voy a necesitar, no escatimo energías en eso. Me siento fuerte. Seguimos nuestro camino, el pulsómetro me marca 181 lat/min por la emoción del momento. Me relajo pero las piernas no paran. Ya estamos en el 15km en 01:26:33. Vamos bien, los tres nos encontramos fuertes, especialmente María que baila con todos los grupos de animación. Seguimos adelante. Una curva y me encuentro con la imponente Sagrada Familia. Me sobrecoge bajar corriendo por ahí y como es bajada las piernas van solas, tanto que marcamos un parcial de km en 4:57. Pero no tengo miedo porque me encuentro bien; será la bajada, será las endorfinas, no sé, pero esto va muy bien, tiene muy buena pinta. Ya queda poco para la media y es como si nada. La diversión que llevamos no me deja sentir el cansancio y ni tan siquiera sé si lo tengo.
Vamos a empezar a subir por la Meridiana, por nuestro lado derecho vemos al pelotón más adelantado que ya vuelve. Ya estamos cerca de la Media. "¿Dónde está Olga? tiene que estar en la media, tiene que avisar a Gema y Marta para que sepan que vamos". Me preocupo porque con esta marea humana es difícil de vernos. No paro de mirar, no la veo. Pasamos por la media a 2.01.30. Me animo porque esto va muy muy bien. Llegamos al puente de calatrava. Aquí tienen que estar Marta y Gema. "Ehhh, vamos". De casualidad las he visto. Ahora ya estamos otra vez el equipo completo. Momento pletórico. Vamos al ritmo de 6.00min/km. Nuestras chicas aguantan bien y Marta la veo sobrada. Entramos en la diagonal para hacer camino de ida y vuelta hacia la Torre Agbar. Por aquí tienen que estar mis primos Juan y Marta con Alona. Miro y miro pero no les veo. Qué pena. Avituallamiento de los 25km (2:23:40) aquí voy a comer medio plátano. Me sienta bien y seguimos a la carga. Ahí veo de nuevo a mi padre con los brazos en alto, están todos. A la vuelta de Torre Agbar, me los encuentro de nuevo y chocamos las manos. Ahora ya no salto llevamos 29km en las piernas. Josechu comienza a estar "doliente" como me dice por culpa de aquella moto de nieve de la semana anterior. Le doy mi ibuprofeno. Deseo que no sea nada, tenemos que llegar juntos. Siguiente avituallamiento 30km (2:53:00) no les veo, ¿dónde está todo mi equipo?. María me trae medio plátano y me dice que siga. Sigo trotando, esperando que me alcancen, pero no les veo. Paro, miro al fondo, no les veo. Sigo, me vuelvo, ahora María me grita "Nuri, sigue, sigue". No sé que pasa, si siguen, si han parado. No sé que pasa con Gema y Marta. Sé que Marta que va muy bien tirará bien de Gema. Decido seguir. Ya estoy en el km31. Me acuerdo de eso que hablan del muro, pero yo no veo ningún muro. Ahora lo único que veo son otros corredores a mi lado y el mar a mi izquierda. No hay público. No dudo ni por un instante de llegar a meta. Ahora siento la soledad del corredor de fondo. Echo de menos a mi equipo. El alborozo del principio se convierte en concentración en la carrera. Solo quiero seguir al ritmo objetivo de 6:00/km. marco parciales y confirmo que más o menos los voy manteniendo. Estoy en el 35km (3:23:14) como he tenido problemas con el pulsómetro no se que tiempo llevo, de hecho me da igual. Al llegar al 35 pienso que el muro ya se ha tenido que quedar atrás aunque no lo haya visto. Ya solo me quedan 7km para la meta. Intento buscar una rueda que me sirva pero ninguna me vale, o se me van o se me quedan. Entramos en el casco antiguo, más público, más ánimos que son bien recibidos. Me llaman por mi nombre. Sé que hasta la meta no veo a mi equipo de animadores. En mi soledad es momento de recordar todos los entrenamientos y esfuerzos para llegar hasta ahí. Me acuerdo de Ismael, un culpable de estar aquí. Me acuerdo de momentos muy significativos en mi vida. Yo misma me estoy dando una lección: "Nuria, con esfuerzo, todo lo que puedas soñar es tuyo". No puede ser estoy en el km40, ya lo tengo, tengo el maratón en mi mano. Al fondo veo de nuevo la plaza de España. "Vamos Nuria, ya lo tienes"... mis pensamientos desatan emociones, empiezo a llorar. Mil emociones recorren mi cuerpo. Necesito ver a mi padre. Los metros pasan, y no le veo. No puedo entrar a meta sin verles, sigo avanzando muy pendiente del público. Entro por el primer arco de la recta de meta. Síiii, ahí estaaaa, subo los brazos, subimos los brazos. Le agarro, nos damos un abrazo, y ahora ya sí me voy a la meta con una satisfacción y emoción que nunca antes había tenido. 5 metros, subo los brazos, cruzo la meta. Lloro, quiero llorar. Ahora sí, SOY MARATONIANA. Lloro de emoción, de rabia... un cúmulo de emociones que no sé explicar. Doy gracias...
Me espero en la misma linea de llegada, 5 minutos después llegan Gema y Marta, ahí están mis chicas, ¡ole!. Una abrazo las tres para el que no hay palabras. Nos ponemos la medalla.
Seguimos esperando pero no vemos a Josechu y María. Salimos del barullo de la llegada y ya nos vamos de nuevo a la llegada del hotel que es donde teníamos convenido el punto de reencuentro al final del maratón. Allí están. Ahora estamos todos juntos de nuevo. María y Josechu apenas hicieron unos minutos más.
Ahora mismo, todavía un escalofrío recorre mi cuerpo recordando el 7 de marzo de 2010.
Preciosa crónica. Me la pienso releer cuando me llegue Mapoma, porque mi ritmo debería ser similar al tuyo, y tengo mucho que aprender de tus sensaciones y emociones.
ResponderEliminarEnhorabuena de nuevo.
Besos
Enhorabuena campeona. Ibas superpreparada y eso te ha permitido disfrutar de todo lo que supone una maratón.
ResponderEliminarCon tu crónica me has emocionado (estoy supersensible desde que crucé la meta).
un abrazo
Enhorabuena Campeona, por fin eres maratoniana, cuando uno cruza esa meta no tiene palabras para decir lo que se siente, a mi también me saltaron las lagrimas al cruzarla.
ResponderEliminarSlds
¡ENHORABUENA!
ResponderEliminarSe veía venir porque entrenaste muy bien, estabas muy fuerte también mentalmente y ya te dije que el lobo no iba a ir, normal que no vieras el muro, jejeje.
La crónica, buenísima. He corrido a tu lado y he sentido el apoyo de los tuyos. Me ha emocionado mucho, acabo de venir de hacer series y también estoy sensible.
Ahora a disfrutar de estos momentos post-maratonianos como también mereces, y si nos lo cuentas, mejor :-)..
¡Un abrazo, "señora"!
ENHORABUENA Maratoniana!!! qué bien Nuria, mis sinceras felicidades!! eres una campeona y lo sabes.
ResponderEliminarBonita crónica, veo que nunca salio el lobo, es más lo asustaste, me alegro mucho.
Ahora a descansar y disfrutar del objetivo cumplido.
Cuándo será el próximo maratón? :-))
bss
Tania
Enhorabuena Nuria.
ResponderEliminarBonita y emocionante crónica.
Bienvenida al club!!!
Lo primero enhorabuena campeona, plantearse correr un maratóin ya es de valientes, finalizarlo es de heroes.
ResponderEliminarQue recuerdos! has relatado el primer maratón de todos nosotros, tal cual...
A disfrutarlo y a recuperarte campeona.
Un abrazo!
El escalofrío que describes, lo hemos sentido también nosotros al leer la crónica, gracias Nuria, ahora nosotros también somos un poco "maratonianos".L.A.
ResponderEliminarA sus pies¡¡¡
ResponderEliminarEres grande, eres muy grande Garata.
Que sean esta y muchas gestas mas¡¡¡¡
Enhorabuena.
Ya veo en tu crónica que disfrutaste. Es lo mas importante. Así quedan ganas de volver a repetir. Felicidades de nuevo, por "vuestro" éxito. Aunque las piernas y el coco lo pones tu, los apoyos de tu gente, hacen milagros. Por cierto, ayer martes hablé con Ismael, de tu proeza y tb, le sugerí la posibilidad de que se quitara el "mono" de no haber podido compartir contigo esa experiencia. Como me dice que está bastante bien, es decir sin molestias, le comenté que tiene 4 meses para preparar el marathón de Toral. No le pareció mala idea. Por eso, pienso que todos, en especial Tu y las zpatillas veloces, le teneis que animar a realizar una maratón. Sería para él, la realización de un gran sueño. Se que en estos momentos, necesitas más descanso y recuperación que preocuparte de carrerones. Pero todo sea porque Ismael pase a formmar parte del grupo al que pertenecemos. Marathonianos. Cuidate y sigue saboreando las miles de tu gesta. Un Saludo. A de la Mata.
ResponderEliminarEnorabuena, que pasada, felicidades.
ResponderEliminarEl relato es buenisimo.
Un saludo.
Nuria, FELICIDADES, como escarpias tengo los pelos. Desde luego tenías una preparación impresionante.
ResponderEliminarComo narradora tampoco tienes precio, que maravilla.
Besos,
Enhorabuena por esa carrera llena de sentimientos y emociones; ahora disfruta de ella porque esa primera vez es inolvidable; la crónica me ha llegado al alma, como bien dice Crazysoul me has hecho revivir mi primera maratón. Felicidades.
ResponderEliminarUn abrazo.
Nureta!! que hasta ahora no había leido tu impresionante crónica...qué requetebien has plasmado todas tus emociones!! me viene a la mente la canción de Fito: "lo importante no es llegar, lo importante es el camino..."
ResponderEliminarP.S. Olga estaba en la media, te lo aseguro, pero como Nuria pasó como un rayo ésta no le vió.
Me ha encantado, emocionante Nuria, eres tan buena comentarista como corredora,toda una campeona; gracias por tu apoyo
ResponderEliminarPepa
Te dije en León que me iba a tomar tiempo para leer tu crónica, y lo he hecho con un nudo en la garganta, sintiendo contigo todas esas emociones... No tengo palabras que decirte, nada que no te hayan dicho, nada que no hayas sentido, tan sólo que espero que mi primer maratón sea comparable al tuyo, porque fue perfecto.
ResponderEliminarEnhorabuena maratoniana!!
Un besazo!